La reducción de pecho por gigantomastia es una intervención habitual en cirugía estética. En España, según los datos del SECPRE, suele ser la octava intervención más solicitada por las mujeres, por delante de los lifting faciales. Esta operación puede solucionar los problemas de gigantomastia y mejorar enormemente la calidad de vida.
La mayoría de mujeres que llegan a la consulta del cirujano plástico desean acabar con sus dolores de espalda. Dicho dolor no es fruto del peso de las mamas, casi siempre se debe a las malas posturas que se adoptan para disimularlo.
Otros inconvenientes de tener los pechos demasiado grandes es la aparición de eccemas o inflaciones en el pliegue de piel de la parte inferior de la mama. La incomodidad a la hora de realizar actividades físicas. O bien la elección de lencería, porque se suelen ver obligadas a usar sujetadores poco atractivos y que además dejan marcas en los hombros por la presión.
Por si fuera poco, los pechos demasiado grandes se resienten más por los efectos de la gravedad. Con el tiempo acaban siendo pechos caídos y con los pezones apuntando hacia el suelo. Estos cambios se pueden acelerar con los embarazos, la lactancia o los cambios de peso.
Cómo es la cirugía para reducción de mamas
Para solucionar estos problemas se necesita extirpar grasa y parte de la glándula mamaria. Al hacer los pechos más pequeños tendremos que recolocar el tejido sobrante y posiblemente la areola y el pezón. Es habitual que se realice una elevación de pecho o una reducción de areola para mejorar el resultado.
Esta operación puede durar varias horas dependiendo del trabajo a realizar y se desarrolla bajo anestesia general. El postoperatorio es cómodo y apenas necesitará analgésicos para aliviar las molestias. No llegamos a tocar los músculos pectorales ni órganos vitales por lo que el riesgo para su salud es mínimo.
Beneficios de la reducción de pecho por gigantomastia
Las personas que no sufren gigantomastia en ocasiones no entienden que se quiera recurrir a una reducción mamaria. Tener unos pechos grandes en teoría es una bendición, pero quien tiene unos pechos demasiado grandes puede pensar que más bien es una maldición.
La operación de reducción de pecho tiene beneficios inmediatos. Las molestias en la espalda, cuello u hombros desaparecerán tras la intervención. Aunque la cirugía es más larga que un aumento mamario, le recuperación es mucho menos dolorosa.
En poco tiempo podrá hacer vida normal, sus pechos serán más ligeros y firmes. Usted podrá usar esos sujetadores que siempre ha deseado, los trajes de baño que le apetezcan, y la ropa que más le gusta. Todos estos cambios positivos dispararán su autoestima y felicidad.
Gigantomastia por la Seguridad Social
La gingantomastia se puede operar por la Seguridad Social, siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos. Principalmente se tienen en cuenta las medidas anatómicas, para determinar si efectivamente el pecho es más grande de lo que le corresponde a su cuerpo. Además se tienen en cuenta los informes de otros especialistas como dermatólogos, psicólogos y traumatólogos.
Si consigue que le acepten la cirugía de reducción de mamas entrará en lista de espera. Es proceso se puede demorar varios meses, de hecho lo habitual es esperar casi un año. Si no desea complicarse ni esperar tanto tiempo puede recurrir a la sanidad privada. El Doctor Juan Martínez Gutiérrez le atenderá en centros médicos de prestigio en Málaga, Marbella o Granada.