Cuando hablamos sobre Cirugía Plástica y tabaco ya comentamos sus efectos nocivos. Por ejemplo, las toxinas que acumula nuestro cuerpo cuando fumamos son capaces de lentificar los procesos de cicatrización. Hoy retomamos el tema para destacar que el tabaco también puede afectar a la curación de fracturas óseas.

Para hacer tal afirmación nos basamos en los datos de una investigación que analizó los datos de una veintena de estudios. En ellos los científicos revisaron la literatura existente sobre tabaquismo y cómo este afecta a la curación de fracturas en los huesos largos, es decir, aquellos que son más largos que anchos.

Según dicha investigación se observa que las personas fumadoras necesitan más tiempo para la curación de fracturas. Además, el tabaco incrementa el riesgo de que la fractura no cure por completo, creando una unión menos buena y con mayor riesgo de infección.

El estudio «Los efectos músculo-esqueléticos de fumar cigarrillos» realizado por el departamento de Cirugía Ortopédica de la Universidad de Michigan también ha podido observar que fumar reduce la densidad mineral de los huesos e incrementa el riesgo de sufrir lesiones óseas y de tendones.

Dejar de fumar sin duda va en beneficio del paciente, y cuando tenemos previsto pasar por el quirófano para una Cirugía Plástica o bien para cualquier otro tipo de cirugía donde se van a intervenir músculos y huesos debemos ser conscientes de que un pequeño sacrificio como es dejar de fumar durante unas semanas o meses puede beneficiar nuestro proceso de recuperación y reducir los riesgos de complicaciones.

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